Este año estábamos decididos a no perdernos ni un minuto del espectáculo, por lo que un cuarto de hora antes del comienzo ya nos encontrábamos atrincherados entre los asistentes junto al hotel Playa Victoria.
Desde allí pudimos disfrutar con las maniobras de las aeronaves participantes, puntualmente narradas por el equipo de locutores al micrófono. Con una temperatura estupenda en la orilla, y un cielo que fue abriéndose poco a poco en el transcurso de la mañana, la exhibición se desarrolló según el programa previsto, convirtiéndose un año más en un éxito de público.
Y para demostrar de nuevo lo limitada que es nuestra habilidad como fotógrafos, os traemos una presentación con las imágenes que tomamos durante las acrobacias.
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