Dedicado a los que os pasáis estos días encerrados estudiando, tratando de recordar en que estaríais pensando cuando escogisteis esta carrera. Y también a los que ya estáis trabajando y aún os lo seguís preguntando.
Este fragmento del genial Dilbert arroja luz sobre uno de los temas que preocupa con frecuencia a los estudiantes de ingeniería, que a menudo se preguntan por qué su vida es distinta a la de los demás.
Un aspirante a ingeniero que no lo posea perderá inevitablemente sus años de juventud en los pasillos y bibliotecas de alguna Escuela. Pero el destino de aquellos que tienen el Don es aún peor.
De modo que estáis condenados a la incomprensión y la ineptitud social. Y si esto no os ha animado a seguir estudiando, echad un vistazo a este anuncio:
'Es mi futuro, quiero ser ingeniero: el sexo puede esperar'. El anuncio es auténtico y aunque no lo parezca, su intención no es desanimar a los aspirantes a ingeniero.
Por lo visto forma parte de una campaña pro-abstinencia dirigida a adolescentes de barrios desfavorecidos en Kansas, Estados Unidos. Supongo que el mensaje que pretendía transmitir era que merece la pena esperar para hacer algo de provecho con tu vida, pero tal y como está parece que hay que elegir entre tener vida sexual o ser ingeniero.
OH, WAIT...
¡Están locos estos sureños! ;)
ResponderEliminarBuenísimo!
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